Y sin querer contemplas a la noche dormida
 Y sin pensar pasas el dia risueña
 Y sin pretender que sueñes despierta
 Te veo como una princesa cautiva
 Sabra Dios porque te la pasas en la orilla
 De un silencio tan cruel que te viera
 Y aunque nunca me quieras
   se que en el tiempo caminas
 Siguiendo los pasos que entierras
Huiré de tu risa de niña
 Para olvidar la belleza que encierras
 Correré sin voz y sin tinta
 Para que algún dia me vieras
Perderé mi voz silencioso
 Buscare la paz en la orilla
 Y si es que soy ambicioso
 Dejare que me mates de envidia
 Soñare con tu voz en mi huida
 Anhelare con fervor tu presencia
 Llorare hasta que me quede sin tinta
 Solo para poder verte risueña
 y compondré la mas hermosa poesía
 Solo porque te busco en mi vida
 Porque ficción eres mi estrella
 Porque aun asi me hipnotizas
 Llorare en tu presencia sin penas
 Te amaré en el abstracto mundo del dia
 Esperare a que callen las velas
 Para poder continuar con mi huida
 Y es asi como gira mi vida
 Después de esa misteriosa gitana
 Que me miro con sus ojos de niña
 Y me hechizo con su belleza callada
 Quizás loco estoy por amarla
 Pues solo la vi cuando iba
 Hacia una misteriosa playa
 Para descansar del ruido que oia
 Y es que esa misteriosa musa
 Me hizo soñar con su presencia dormida
 Y es que aunque nadie la busca
 El sol se quedo con su tinta
 Y me dio lo que yo mas buscaba
 Que era una mirada sincera
 En esto mundo que hoy
 Todo el tiempo se mata

Eres la tinta que enamora
 El silencio que hipnotiza
 El amor de lo que añoras
 la mas hermosa poesía
 Eres la tinta que se tiñe
 Eres el rocío que se fuga
 Eres las lagrimas del dia
 Eres una princesa y tambien luna
 Pasa el poeta por tu casa
 Te contempla cuando estas dormida
 Luego despierta a la distancia
 Luego me miras confundida
 Eres lo que lo que eres
 Hermosamente despeinada
 Con el vestido que te adorna
 Con la belleza que encaminas
 Eres lo que mi alma busca sin pensarlo
 Ten siento cerca y a la vez muy lejana
 Te amo y aun siento que me amas
 Aunque desconozcas de mi presencia atribulada