y endulza a la armonía
que canta tu poesía
la musa reclinándose a su mesa
entendiendo que está presa
del amor del que se queja
la niña aun pálida me mira
connotando la dulzura de su amor que quema
su fuego vierte la canción con la tristeza
y aun así su poema no despierta
el cielo busca las rimas
que la luna ignora
pretendiendo que su vida
pendiente está de su tristeza
mientras que mi historia
se jacta de que está muerta
y su sueño ya sé que no despierta
la lluvia cae
pretendiendo que sus gotas
completan la ausencia que su sol no ignora
la niña a pesar de su hermosura
pretende que está fea
los complejos de su rima
en ciegan sus dos ojos
y su alto ego le aumenta
ahora entiendo el afán de su presencia
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