domingo, 16 de noviembre de 2014

en una calle angosta
andaba una niña con su dulce rosa
pensaba que la noche era una palabra
estaba así la niña con su triste oda
manejo su bicicleta 
caminando hacia la nada
pensó en una grieta y soñó con su posada
cantaban los pájaros todo en cuanto andaba
comenzó a llorar la luna 
aunque aun no se encontraba
mojó a la doncella sin decirle nada 
se acerco una señora y la vio tan cansada
que cogió a la niña y la pasó a su  casa
así paso la tarde mientras yo observaba
pensando quizás mil cosas
soñando con pensarla
salió de aquella casa
y mientras la veía
ella descubrió mi cara
y a pesar de todo no sabía que pasaba
mas ella sonreía y yo no decía nada
pasaron así los días
así fueron semanas
era aquella tarde una eterna y gran posada
volví a las quinientas y pensé en enamorarla
al verla hoy en la calle busqué yo encontrarla
pasaron así los días y así una semanas
volvía a verla a ella
ella sentada estaba
en una banca de esas 
al costado de su casa
me miró esbelta 
yo miré a la nada
temiendo que ella de nuevo me ignorara
estaba así la tarde la cual yo observaba
ella intentó levantarse 
mas no lograba nada
entonces vi que ella cogía
unas muletas blancas
entonces vi a la niña llorando sin palabras
no sabía si acercarme
mas ya que más me daba
al intentar acercarme volvió la otra dama
aquella señora y se dispuso a ayudarla
antes de entrar ella buscó ya mi mirada 
yo le sonreí a ella cuando ella ya volteaba
así fueron esos días
así terminó ese día
sabiendo lo que pasaba








No hay comentarios:

Publicar un comentario